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Tendencias Globales en Finanzas de Impacto

- POR FINANTAH 26/04/2025

Una introducción a los conceptos claves de las Finanzas Sostenibles para las SOFOMES de México.

Hoy en día, las finanzas de impacto están dejando de ser algo “novedoso” para volverse parte del día a día en el mundo financiero. Pero con tantos términos nuevos y modelos en constante evolución, es clave mantenerse al tanto de las tendencias que realmente están moviendo el mercado. Este white paper busca dar un panorama general sobre qué instrumentos financieros sostenibles están marcando la pauta a nivel internacional y cómo algunos casos reales han sabido aprovecharlos para atraer fondeo con impacto. ¿Por qué? Porque entender la dirección que están tomando a nivel internacional nos puede ayudar a dirigir nuestro entorno para disfrutar de esos beneficios. 

¿Qué son los Instrumentos Financieros Sostenibles?

El Global Impact Investing Network (GIIN) define las inversiones de impacto como “inversiones realizadas a compañías, organizaciones, y fondos con la intención de generar impacto medible social y ambiental junto con un retorno financiero”. A raíz de tal definición, cuando hablamos de instrumentos financieros sostenibles, nos referimos a productos diseñados para canalizar recursos hacia proyectos que tienen un impacto positivo ya sea ambiental, social o ambos. Son herramientas útiles tanto para empresas que quieren financiar sus iniciativas sostenibles, como para inversionistas que buscan generar rendimientos mientras apoyan causas relevantes. Los instrumentos financieros más comunes son los bonos temáticos, y los fondos de impacto. 

Bonos Temáticos

Los bonos temáticos son instrumentos financieros que, además de ofrecer rendimiento económico, buscan generar un impacto positivo claro en lo ambiental o lo social. Lo que los distingue de un bono tradicional es la transparencia con la que comunican el uso de los recursos captados. Aunque existen diferentes nombres según el país o el tipo de impacto, todos pueden agruparse bajo el concepto de “bonos temáticos”.

Existen dos grandes categorías:

  • Bonos de Uso de Fondo (Use of Proceeds, UoP): Como los bonos verdes, sociales, sostenibles y bonos ligados a los ODS. En estos, el uso de fondos está claramente definido desde el inicio para financiar proyectos con impacto ambiental y/o social y sigan los principios de bonos verdes (GBP, por sus siglas en inglés).
  • Bonos Vinculados a la Sostenibilidad (Sustainability-Linked Bonds, SLB): A diferencia de los UoP, en estos bonos los recursos no están atados a proyectos específicos, sino a indicadores de desempeño que el emisor se compromete a cumplir. Es decir, se mide si el emisor mejora en criterios ASG, y en función de eso se ajustan las condiciones del bono.

A nivel global, estos instrumentos han tomado fuerza. Según Climate Bonds Initiative, al cierre de 2022 el mercado global de bonos temáticos superó los USD $860 mil millones. Los bonos verdes siguen siendo los más comunes, pero los bonos sociales y sostenibles también han ganado terreno rápidamente. Esta diversidad permite que distintos emisores desde gobiernos hasta empresas privadas accedan a capital alineado a los retos actuales del desarrollo sostenible.

Fondos de Inversión 

Otra vía común para canalizar capital con enfoque sostenible es a través de fondos de inversión que integran criterios ASG. Estos fondos permiten que múltiples inversionistas participen colectivamente en proyectos con impacto positivo, y se han convertido en una herramienta clave para ampliar el alcance de las finanzas sostenibles.

  • Fondos de Inversión de con prácticas ESG: Son fondos que integran criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) en sus decisiones de inversión. Buscan empresas con buenas prácticas éticas, buen trato a su cadena de suministro y resultados ambientales positivos. Aunque tienen una dimensión social, su principal objetivo sigue siendo el rendimiento financiero.
  • Fondos de Inversión solidarios: Los fondos SRI van más allá de los ESG, al aplicar filtros éticos específicos para excluir industrias como el tabaco, armas o alcohol. Se enfocan en evitar daño social, priorizando inversiones alineadas con valores responsables. Aunque están relacionados con el impacto social, su énfasis es la coherencia con principios éticos.
  • Adicional a estos fondos, pueden existir una variedad de instrumentos financieros enfocados a diferentes áreas de la sostenibilidad; específicos para una zona geográfica, o diseñados para cumplir un propósito. Lo que los une a todos como un “instrumento financiero sostenible” es la intención de usarse como un instrumento positivo. 

Casos de Estudio 

Caso 1: Colombia – Empleando Futuro: Un ejemplo destacado es el de Colombia, donde en 2017 se lanzó el primer Bono de Impacto Social (BIS) llamado “Empleando Futuro”. Este programa buscó mejorar el acceso al empleo formal entre poblaciones vulnerables mediante servicios de capacitación y búsqueda de empleo. El modelo se basó en pago por resultados: inversionistas sociales anticiparon el capital y solo recibieron el reembolso —con recursos públicos y cooperación internacional— si los beneficiarios lograban colocarse y mantenerse en empleos formales por ciertos periodos. Evaluaciones independientes demostraron impactos significativos: una mejora de hasta 12 puntos porcentuales en la inserción laboral formal tras la intervención. Esta experiencia posicionó a Colombia como pionero regional en el uso de instrumentos financieros innovadores para enfrentar retos sociales.

Caso 2: India – Quality Education India DIB: En India, se implementó el bono de impacto “Quality Education India DIB” con el objetivo de mejorar los resultados de aprendizaje en educación básica. Impulsado por la fundación UBS Optimus, este instrumento movilizó capital para financiar programas educativos enfocados en resultados medibles. En su primer año, alcanzó a más de 109,000 niños y logró que el 40% de las escuelas participantes cumplieran o superaran sus metas de alfabetización y matemáticas. El modelo de pago por resultados permitió ajustar recursos hacia los programas más efectivos, reforzando así su impacto. Esta experiencia demostró que, con una estructura sólida y objetivos claros, los bonos de impacto pueden transformar sectores con grandes desafíos de financiamiento.

Conclusión

En FINANTAH creemos que las finanzas de impacto son una evolución necesaria. Estamos trabajando para diseñar productos que no solo tengan buen rendimiento financiero, sino que también generen un cambio positivo real. Entender estas tendencias globales nos permite tomar mejores decisiones y desarrollar instrumentos que sumen al futuro sostenible que queremos construir.