El impacto de la inflación y la desaceleración económica en el surgimiento de unicornios en el sector fintech

- POR Juan Contreras 11/05/23

Tras el primer año de la pandemia, el aislamiento y la inactividad económica, la economía mundial ha venido padeciendo de un acelerado aumento en el nivel de precios, que se ha mantenido hasta fechas recientes. La alta demanda de bienes de 2021, derivada de la reactivación económica tras el encierro, fue acentuada por la invasión rusa de Ucrania a inicios de 2022, y esto no por un imbalance entre oferta y demanda sino por el temor de un futuro incierto. 

En Estados Unidos vimos por ejemplo datos como el de la inflación de junio de 2022, de 9.1%, récord histórico, y un nivel no visto desde hace más de cuarenta años. México por su parte, cerró en diciembre del año pasado con una tasa de inflación de 7.82%, la cifra más elevada desde el año 2000. Si bien la inflación ha cedido a comienzos de 2023, tanto en México como en la economía de nuestro vecino del Norte, han sido movimientos marginales. El mes pasado vimos las tasas de referencia de la Reserva Federal (FED) subir un cuarto de punto adicional, para ubicarse en el rango de 4.75%/5%, su nivel más alto desde 2007. En México, el dato de inflación de la primera quincena de abril, sorprendió a los mercados siendo el nivel más bajo desde octubre de 2021. Los esfuerzos de las autoridades monetarias a nivel mundial han ido surtiendo efecto, pero aún así hay que esperar a confirmar una tendencia, así como el cambio en sus políticas. El próximo 18 de mayo es una fecha importante, vamos a ver qué define Banco de México. Lo que resta del año podemos esperar que la volatilidad se mantenga en los precios de los alimentos y energéticos, los mercados financieros y en el financiamiento de riesgo.

Este fenómeno del encarecimiento de las tasas de interés, ha impactado también el mercado de éstos últimos, los fondos de capital de riesgo. El 2022 fue un año difícil para los mercados financieros en general y para el financiamiento de riesgo en particular. De acuerdo a información de GlobalData, esto influyó en una tendencia a la baja en el nacimiento de unicornios* en Estados Unidos. Por ejemplo, durante el último trimestre de 2022, se registraron sólo 20 nuevos unicornios, siendo que en el mismo periodo de 2021 hubo 137. Hay que recordar que parte de este surgimiento de los llamados unicornio vienen de la inyección de capital de estos fondos, y ante una desaceleración de la economía, hay una desaceleración paralela en la asignación del financiamiento de riesgo.

En América Latina por su parte, en 2022 sólo diez empresas se convirtieron en unicornios, en comparación con 2021, donde hubo 18 empresas que lograron este cometido, casi el doble. Esto es un reflejo inequívoco de la menguada economía mundial y las caídas de los mercados bursátiles y de criptomonedas durante el año pasado. Algo interesante de observar es que siete de las nuevas 10 unicornio de 2022, forman parte del sector Fintech. Resulta paradigmático que a pesar de la estrechez en la liquidez global, empresas de esta industria hayan tenido este logro. Latinoamérica no ha sido ajena a la transformación digital que las empresas fintech han venido aportando al mercado, y a que más usuarios accedan a sus servicios desde un dispositivo móvil o casi cualquier medio electrónico. Pero también hemos visto muchas desaparecer, startups que como así llegaron, así se han ido. 

Desde la crisis de 2008, la banca a nivel mundial ha venido padeciendo de distintos obstáculos para otorgar créditos, derivados principalmente de una alta regulación y en últimas fechas por el encarecimiento del dinero. Es aquí donde toma relevancia el boom que han tenido las fintech (por sus menores costos de operación) y el surgimiento o consolidación de las instituciones financieras no bancarias. Muchos bancos comerciales han optado por crear su propia plataforma fintech, una banca paralela a su banca tradicional, incluso con un nombre distinto a su marca comercial, tratando de deslindar uno del otro para las nuevas generaciones digitalizadas o llegando a usuarios que nunca habían estado bancarizados.

En lo referente a instituciones financieras no bancarias, en México existen sólo 52 bancos comerciales, pero cerca de 2,000 Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (SOFOMES). Éstas dan crédito a micro, pequeñas y medianas empresas principalmente, y en sectores de la economía donde la banca comercial no atiende como es debido, tanto por tamaño, riesgo o rentabilidad. 

En este sector se encuentra FINANTAH, donde a través de productos innovadores y pensados en apoyar el crecimiento de las PyMEs, hemos venido desarrollando un modelo de negocio exitoso. La banca cambió, pero lo que no cambiará serán las necesidades de capital de trabajo y asesoría financiera de muchas empresas del sector PyME que siguen buscando un servicio cordial, personalizado, transparente y de alta calidad como el que ofrecemos en FINANTAH

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*Unicornio: Compañía tecnológica que alcanza un valor de mercado de $1,000 millones de dólares en algún momento de su proceso de levantamiento de capital, sin haber cotizado aún en bolsa.